martes, 24 de abril de 2012

LOS 10 MEJORES LIBROS DE ESCALADA VI


No conozco libro alguno que haya tenido tanta influencia en nuestra generación (actualmente de cuarentones) como el que presentamos. Este era el libro por excelencia que nos llevábamos al baño todo los escaladores en aquella época. Quizás ahora la lista fuera otra, quizás las reseñas ahora no están actualizadas, quizás pueda parecer ya un libro de época al mirar sus fotografías, pero este libro fue la motivación de grandes escaladores durante mucho tiempo. LOS PIRINEOS. Las 100 mejores ascensiones y excursiones, del gran Patrice de Bellefon, fue un bestseller tras su aparición en 1976, en una excelente colección de montañas y escaladas dirigida por el enorme Gaston Rebuffat. 




Para leerlo con la atención merecida, casi con veneración, podemos cambiar el título a Las 100 mejores escalada clásicas del Pirineo. Desde esta perspectiva el libro sigue siendo una joya. Su autor es unos de los más reconocidos pireneistas y extraordinarios escaladores de la época. Bellefon abrió alguna de las vías más duras y reconocidas de la cadena pirenaica, es guía de alta montaña y uno de los mejores conocedores del Pirineo como habitar. En la actualidad se dedica particularmente a la preservación del carácter singular de la vida en sus valles.
En el año 2006, Desnivel reeditó esta maravilla y le dio un toque más actual a sus comentarios, por lo que se puede encontrar fácilmente. Yo guardo el original, junto a alguno de los tesoros de la colección a la que pertenecía (Dolomitas, Grandes Paredes en los Alpes, Alpes Suizos, Hielo Nieve y Roca, etc)
El libro nos presenta, bajo un gran amor por los Pirineos, una colección de 100 ascensiones, ordenadas por su dificultad. de las mejores escaladas de la época. Con todos los datos prácticos necesarios y una pequeña introducción a modo de justificación, con unos comentarios sutiles e impagables. Muy alejado del sistema de guía práctica de escalada de las guías actuales, pero enormemente bello. 
La ruta más fácil, la ascensión al Pic de Ger. La más difícil, el Pilar de L'Embarradère en el Midi. Por el camino, escaladas fascinantes en Ordesa, Midi, Vignemale, Gavarnie y otras. E scurioso leer cómo, por ejemplo, el autor reconoce no escalar nunca de primero en Riglos, cuando habla del Puro y de la Pany-Haus. Le tiene respeto uno de los mejores escaladores de la época, considerando que la escalada riglera es solo para especialistas. algo de todo cierto para aquella época, donde la ascensión a la normal del Puro estaba solo reservada a los mejores.
Da gusto leerle en las vías que abrió, como el duro espolón norte de la Pique Longue del Vignemale o la Franco-Española al Tozal. Reconozco que he repetido muchas de las vías del libro y que fue en sus páginas donde encontré el anhelo de hacerlo, y a él le debo la satisfacción y el placer de su escalada.
La oferta entre la número 1 y la 100 es interesantísima, y seguro que encontramos varias rutas que deseamos escalar, fuera de las vías equipadas de las escuelas de escalada y en un ambiente tan salvaje como apasionante.
Si amas el Pirineo y la escalada no debes dejar de leerlo. Lo disfrutarás.

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