Para que una escalada se considere como clásica tienen que reunirse tres condiciones:
- que el pico o la cima sea notablemente llamativa
- que posea un contenido histórico notable
- que ofrezca una excelente escalada.
O eso es lo que piensan los autores de otro excelente libro. FIFTY CLASSIC CLIMBS OF NORTH AMERICA, editado por Sierra Club Books en 1979.
Viniendo también del otro lado del Atlántico, es maravilloso libro nos presenta la selección de 50 grandes rutas de Norteamérica. Sus autores, los grandes escaladores de la época Steve Roper y Allen Steck, eligen como principal la tercera de las condiciones para que una ruta sea elegida entre las mejores, que sea una excelente ruta y ofrezca una escalada hermosa, salvaje y apasionante.
El libro es de formato grande (A4), con el interior en blanco y negro, y en inglés. La verdad es que sobra espacio en blanco, al estilo anglosajón de diseño de libros, mucho más mimado aquí en Europa. Pero eso da igual. Y si tu nivel de inglés no es alto, también da igual. Sólo con leer las palabras "mystery" o "fascination" y ver la pared, la escalada y al escalador, a uno ya se le ponen los pelos de punta de emoción.
La guía ofrece las grandes rutas soñadas por los escaladores de los años ochenta den Estados Unidos y Canadá. ¿Solo en aquella época y solamente en el continente americano? Pues va a ser que no. Hoy todavía son rutas soñadas por escaladores americanos y de todo el mundo. Rutas en Alaska (Saint Elias, Logan, Mckinley), Canadá (Bugaboo, Robson), Wyoming (Grand Teton), Colorado (Grepon, Creston Needle), California (Yosemite) son presentadas con pasión y ofreciendo toda la información que necesitamos.
Pero yo elijo mis dos preferidas, la Lotus Flower Tower, en las hermosísimas Inescalables canadienses, y la Torre del Diablo, en Wyoming. Especialmente soñé con la primera, con su largo viaje a Seatle, a Watson Lake, el horroroso viaje con la avioneta, el miedo a los osos y a la pesada lluvia, y a los asquerosos mosquitos. Pero la vía abierta por McCarthy, Bill y el gran Tom Frost merece la pena de largo. 900 metros de altura en un grado asequible sobre un granito excepcional sobre una de las agujas más hermosas del mundo merece la pena.
Y a través de las páginas de este libro, el más clásico de las guías americanas y con las cincuentas rutas más clásicas y hermosas del salvaje norte de América, encontramos cincuenta excusas para ir a visitar esas tierras, con sueños que van mucho más allá de la Nose al Capitán.
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